Obtener los alimentos en su punto exacto de madurez, cuando contienen su máxima carga de nutrientes, es apenas el primer paso del trabajo.
Obtener los alimentos en su punto exacto de madurez, cuando contienen su máxima carga de nutrientes, es apenas el primer paso del trabajo.
El segundo paso es mantener, durante meses, ese preciso punto de mayor aporte de beneficios nutricionales para la salud haciendo uso de la Tecnología de Alimentos. Único medio que hace posible que llevemos la mejor alimentación a nuestros consumidores, y que hagamos realidad de manera inmediata nuestro propósito de enfrentar con éxito las enfermedades por malnutrición.
Comprobar que realmente hayamos hecho con el producto terminado un buen trabajo de preservación de sus ventajas nutricionales es el tercer paso, y para ello nos vinculamos con instituciones de investigación públicas y privadas que sometan nuestros productos alimenticios a estudios científicos tanto de calidad de los ingredientes y de sus cargas nutricionales, como de sus efectos bioquímicos y clínicos en protocolos de investigación al agregarlos a la alimentación diaria de grupos de personas.
El cuarto y último de los pasos consiste en comercializar nuestros productos alimenticios. A miles de kilómetros de sus lugares de origen, siempre disponibles en cualquier momento para ser consumidos de manera fácil y por todos (chicos y grandes, sanos y enfermos). Con la certeza de que en cada producto hay calidad científicamente comprobada para ayudar a revertir la malnutrición, uno de los más grandes problemas desencadenante de tantas enfermedades en nuestros tiempos. Divididos en dos líneas, una 100% dirigida al sector médico y otra con un enfoque más práctico dirigida al público en general que busca agregar lo bueno a su alimentación diaria.